martes, 25 de septiembre de 2012

guardar las apariencias

No quiero decir nada
que te duela debajo de las uñas,
que se agarre al umbral de tu esternón
como a un columpio roto,
o que rasgue
tus yemas de papel albal.
No quiero decir
que ya no somos aquellas
espirales, que fecundas lanzaban
aves ciegas a la multitud nublada,
ni que ahora los abrazos huyen
por falta de aleluyas.
Nada quiero
en nuestras roturas crujidoras,
en la invisible muchedumbre
que nos separa prietas
de tanto verso
y vernos como fruto prohibido,
inmarchitable.
Quiero no decir
envidia en un poema
-extática guarida de disfraces-,
ni qué hostil inocencia,
qué lengua leñosa contiene
nuestros muertos, nuestras palabras
como astillas.

No. Nada.



n.m.



sábado, 22 de septiembre de 2012

he perdido la cuenta de los días... vámonos de aquí



Te propongo una excursión.
Escapémonos, donde sea.
El sol nos podrá seguir,
nos acariaciará la nuca,
sostendrá nuestros párpados
con sus alfileres luminosos y
no tendremos que hablar
no tendremos que hablar
no hará falta hablar.

n.m.