domingo, 15 de abril de 2012

Día 17

Ya no sé cómo hacer poemas.
Recuerdo sonidos como milagros
adormeciendo a la gente de sueños.
Sobredosis virtual gratuita.
Y luego, añadidos, algunos nombres:
Korsakof, Cassandra, furia Berserker,
síndrome del miembro perdido.
Y en fila un montón de hijos fantasma
grises y hartos,
como piedras transparentes.

Por mis hijos nonatos prefiero que te vayas,
por el incipiente reclamo que representan tus manos,
por la saliva seca en la comisura de los labios,
por la desolada victoria de la ceguera.

Y porque tengo velcro en las pestañas
y cuerdas abiertas en las muñecas,
envuelto el bachillerato de hiedra,
y territorios derretidos, fiestas
de filosofía y física cuántica.

Ya no sé cómo hacer poemas,
a qué temperatura, en qué cadena,
en qué año gané la copa de ese deporte
escondida de ti, gran primer plano.

n.m.



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