jueves, 19 de abril de 2012

Día 20

Tienen miedo
a las formas abruptas
a la contraria disposición
de la lógica.
Tienen miedo
al espacio sin fronteras,
a la exasperante
producción de diagramas
no trazados,
a la exhibición frívola
de absoluta libertad.

Trazan líneas,
eso se les dá de maravilla.
Trazar líneas y no presentarse,
trazar rectas y decorar
curvos de alcohol lo indecoroso,
habitaciones de hotel,
conversaciones a medias,
disculpas, excusas,
la perenne marca de quien ignora
a sabiendas inconsciente...

y yo con toda esta culpa
no soy más que otro
de los que no cumple.


n.m.



miércoles, 18 de abril de 2012

Día 19

"De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, (...)"

Jaime Gil de Biedma


“He visto cosas que los humanos ni se imaginan:
naves de ataque incendiándose más allá del hombro de Orión.
He visto rayos C centellando en la oscuridad
cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos
se perderán… en el tiempo… como lágrimas… en la lluvia.
Es hora… de morir”.


Blade Runner




Los besos son posibles.
El entretenimiento tantas veces
estudiado como una práctica.
Un café, una copa, charlas bobas
y las manos ocultando la cara
y la mesa tapando el cuerpo...
Son posibles los besos,
reptiles ahogados, que nos adoran.
Son como anuncios luminosos,
matamoscas.

Llevar pose de estereotipo
todo el tiempo
como si la tristeza no rompiera
costuras y jarrones.

Constantemente hablo de lo que tiene que ver
conmigo,
de lo que no se ve contigo
de mí en la refriega, dentro,
lo ya marchito, guijarro arrugándose,
auto-exterminio frustrado
de farol.
Constantemente.
Peco, he pecado.
Sigo sin decir nada que no tenga
que ver con lo obturado,
saturándose, en llamas de mí.
El asco es la única y verdadera intimidad.
(tú eres un excusa y)
Lo demás son
los caballos sanguinolentos de la concordia.

n.m.



lunes, 16 de abril de 2012

Día 18

Podría considerar algunas cuestiones sin importancia, recogerlas como hilos con los que entretenerse trenzando nada. Así podría escoger el pelirrojo trayecto de inocente vuelta a casa o la ebria noche del domingo como quien pasa distraido la página de un periódico, para hacer de la historia un titular sencillo. Se me ocurre que también podría ser una cama, uno de enero y pies-terraza o un tour de ciudades europeas y aviones. Los aviones siempre le dan cierto aire cosmopolita a los cuentos y a la poesía. No es normal que se caigan, miles de personas los cogen a diario y sin embargo uno no puede dejar de imaginarlos precipitados.

n.m.



domingo, 15 de abril de 2012

Día 17

Ya no sé cómo hacer poemas.
Recuerdo sonidos como milagros
adormeciendo a la gente de sueños.
Sobredosis virtual gratuita.
Y luego, añadidos, algunos nombres:
Korsakof, Cassandra, furia Berserker,
síndrome del miembro perdido.
Y en fila un montón de hijos fantasma
grises y hartos,
como piedras transparentes.

Por mis hijos nonatos prefiero que te vayas,
por el incipiente reclamo que representan tus manos,
por la saliva seca en la comisura de los labios,
por la desolada victoria de la ceguera.

Y porque tengo velcro en las pestañas
y cuerdas abiertas en las muñecas,
envuelto el bachillerato de hiedra,
y territorios derretidos, fiestas
de filosofía y física cuántica.

Ya no sé cómo hacer poemas,
a qué temperatura, en qué cadena,
en qué año gané la copa de ese deporte
escondida de ti, gran primer plano.

n.m.



Día 16

Hace días que no salgo. Hay plomo suspendido en el aire, pequeñas gotas que se clavan como balas en miniatura. El viento llega turbado como si no encontrara la tierra de las promesas. Hago cadenentas de horas, unas me salen rojas como la sangre en El Padrino, otras negras como el alma de la Stanwyck en Perdición. Podría estar encerrada en un cuarto de cualquier ciudad del mundo. Ahora el sol entra por media ventana, nada deslumbrante pero clarificador. Podría repetirme eso de Abril y entonces digo: calla! Y busco el tarareo de cualquier sonido primaveral. Entre risas suelo expresar que lo que más me gusta de esta estación es que después viene el verano. Y el viento sobre todo el viento y esa lluvia rebelde pero sin fuerza y la gracia de las pequeñas flores como escaparates. Hago un recuento de los analgésicos que me quedan, no parecen suficientes.

n.m.

viernes, 6 de abril de 2012

Día 14

Pareciera que estás deseando que escriba de ti

como si eso te encarnara

te hiciera de la materia que gira alrededor de algo

a mucha velocidad, y un simple cambio de trayectoria...


n.m.



lunes, 2 de abril de 2012

Creo, siempre.



¿Y si me quedo sin palabras con toda esta verborrea apolillándose en la claustrofobia de tanto silencio? ¿Y si la realidad es demasiado grande y ya nunca vuelvo a encontrarte? ¿Y si apunté mal las coordenadas? ¿Y si no hay mapas, ni brújulas, ni estrella polar? ¿Y si dejo de creer?
Agarrarme a tus palabras, agarrarme, agarrarme.
No termines de irte nunca, hazme ese favor.



Lo he intentado
lo juro

escondí el bombo
y los platillos,
las castañuelas,
las chácaras,
incluso el papel albal
y las bolsas de plástico
para no hacer ruido
pero el primor de los cascabeles
ah, esos no

guardé el silencio
de feria ambulante
el previo al aplauso
de boca cosida
con las agujas del carmín

pero ya no aguanto
lo juro

si he de recitarte
henchida
violeta y temblorosa
a quemarropa
que así sea

a mares en plena libertad
donde haga falta

vocalizaré tus verbos subversivos
desbrozaré nombres y adjetivos
y si mi lengua se entorpece
volveré a empezar

volveré a recitarte

donde haga falta
lo juro


n.m.