martes, 29 de noviembre de 2011

Cuarto prestado VII

La ceniza por la ventana
cruzando suavemente
el patio
me pareció la imagen de otro almuerzo.
Era la descendiente
heredera,
el murmullo
que fluía antes de la guerra.


n.m.



sacrifice



(Pág. 19. Una habitación propia. Virginia Woolf)

Cuarto prestado VI

Ni una rueda,
                       ni una luz,
debe reclinarse en la oscuridad.

Contemplar los cisnes viéndoles cruzar
la calle, oyendo a lo lejos
el rugido impresionante,
la conclusión
-la prosaica conclusión-
de una habitación con pestillo o poemas al desnudo.

Mientras, volar a los brazos de todas
esas cosas, observando sus fallos.


n.m.



the girl in the other room



(Pág. 144. Una habitación propia. Virginia woolf)

Cuarto prestado V

La plenitud, esa escasez
(valga la imagen blanda
en sus manos)
podría afirmar
la configuración
adecuada del libre uso
de sus miembros,
la salida prohibida:

La mujer poética en cinco actos.


n.m.







(Pág. 106. Una habitación propia. Virginia Woolf)

Cuarto prestado IV

La insensata vendió
de las ciudades sus propios defectos,
los de su sexo, contemplaciones solitarias,
pero no le fueron otorgadas unas cuantas
manos de papel.
Es cierto,
se estableció a la sombra
de la desaprobación o de
cualquiera.

n.m.





(Pag.97. Una habitación propia. Virginia Woolf)

Cuarto prestado III

Probablemente este germen
sigue teniendo la historia que había inventado
un perro que bailaba.

Doscientos años más tarde es como
un libro, una mujer,
mísmisimas palabras, empujando
a un lado el siglo diecinueve.

n.m.







(Pag. 77. Una Habitación Propia. Virginia Woolf)

Cuarto prestado II

Por obra del calor
se mató en una encrucijada
la historia.

Pero con el difunto florecieron
sus niñeras.

n.m.









(Pag. 69. Una habitación propia. Virginia Woolf)

Cuarto prestado

Entre las cortinas
enganchada en aquella noche
le correspondía lo agradable de
cincuenta mil familias,
ningún ser humano.

Considérense como pequeños salvajes.

La naturaleza humana,
sus pasteles, su madre,
hubieran amasado y
enterrado cimientos.

n.m.








(pag.33. Una habitación propia. Virginia Woolf)